BOSTON — Una aplicación para dispositivos móviles que los agentes de inmigración de Estados Unidos utilizan para realizar revisiones de identidad remotas en el terreno se ha convertido en una herramienta fundamental de la campaña de deportaciones del presidente Donald Trump, dijeron el lunes dos grupos defensores de los inmigrantes en un nuevo informe basado en una demanda amparada en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Las 2,500 páginas de documentos obtenidos a través de la demanda de 2017 muestran que la aplicación, conocida como EDDIE, ha ayudado a los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) a aumentar las deportaciones de migrantes a los que originalmente no se buscaba para expulsarlos, señala el informe.
A menudo esas personas son detenidas como “colaterales” en operativos dirigidos a otros, dijeron los activistas en el texto. Añadieron que el uso de la aplicación en el terreno exacerba la discriminación racial en las comunidades de inmigrantes.
Por ejemplo, un boletín de una agencia interna divulgado con los documentos señaló que los agentes de inmigración utilizaron la aplicación durante detenciones de tránsito en colaboración con la policía local de Escondido, California, en 2017.
Ese reporte indicó que el operativo realizó “333 arrestos de extranjeros ilegales” en un periodo de 12 meses, aunque proporcionó poco contexto adicional.
Utilizada de manera rutinaria por los agentes de inmigración y fronterizos de Estados Unidos, la toma de huellas dactilares con dispositivos móviles está incluida en un plan de recolección de datos biométricos que el gobierno de Trump busca expandir ampliamente en sus últimas semanas.
Inmigración
Una regulación propuesta por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) el 11 de septiembre formalizaría la recolección de rostros, iris y huellas dactilares de personas que no sean ciudadanos estadounidenses, así como de su ADN, además de las huellas que ya se recopilan.
“EDDIE es una forma de eludir la supervisión y la rendición de cuentas”, dijo Paromita Shah de la organización sin fines de lucro Just Futures Law, que elaboró el informe junto con Mijente, un grupo defensor de los derechos de los inmigrantes.
“Permite que los agentes hagan el registro, los interrogatorios de manera oculta, fuera de la vista del público”, comentó. “Y en esos lugares, es muy probable que ocurra un abuso”.
Mike Alvarez, portavoz del ICE, rechazó esas acusaciones. Dijo que el uso de la aplicación en el campo, que está emparejado con lectores de huellas que cuentan con Bluetooth, no reemplaza los registros de los detenidos que se realizan en la oficina local. “No hay forma de saber” si su uso aumenta los arrestos colaterales, señaló, debido a que la agencia no recopila ese tipo de información.
La aplicación permite que los agentes de campo comparen en forma remota las huellas que recolectan con aquellas que están en las bases de datos del Departamento de Seguridad Nacional y del FBI.
Los tribunales han cuestionado la confiabilidad de las bases de datos federales cuando son utilizadas como el único fundamento para las decisiones de detención.
Basándose en las atribuciones extraordinarias relacionadas con la pandemia de coronavirus que entraron en vigor en marzo, los agentes de la Patrulla Fronteriza han usado dispositivos móviles de toma de huellas digitales para que les ayuden en las expulsiones inmediatas a México sin darles a los migrantes una oportunidad de solicitar asilo.
La demanda para tener acceso a la información fue presentada por el Proyecto Nacional de Inmigración del Gremio Nacional de Abogados y Mijente, quienes señalaron que la recolección y distribución de datos biométricos por parte del DHS expone a los migrantes a abusos de derechos civiles y de privacidad de datos.