LOS ÁNGELES - El 11 de mayo de 2018, un juez de inmigración de Estados Unidos otorgó asilo a Mayra Alejandra Haro de la Cruz.
Fue hace un año que Mayra cruzó la frontera de San Ysidro con sus tres hijos pequeños, ella cubierta en quemaduras de tercer grado.
“Pasamos la noche en la calle esa noche porque la patrulla fronteriza dijo que no podíamos cruzar hasta la mañana”, recordó Mayra ese día de enero de 2017.
Esta madre, un ejemplo de lo que son las protecciones de asilo en Estados Unidos, está dedicada a sus tres hijos, y también es guerrera y sobreviviente de un feroz ataque de ira intrafamiliar.
“El papá de mis hijos me quemó, me prendió fuego, trató de matarme”, dijo Mayra.
El abuso ocurrió mientras ambos vivían en México. Después de meses de recuperación en un hospital allá, Mayra tuvo las fuerzas para salir huyendo por el bienestar de sus tres hijos.
“Ahorita no puedo regresar a México, él (papá) les puede hacer algo”, afirmó Mayra.
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La señora Mayra se refugió en el sistema de este país y logró la aceptación de su caso en mayo, antes de la implementación la política de cero tolerancia en las leyes migratorias.
“Creo que muchas personas van a morir porque ya no está la ley y es muy triste porque me salvó la vida a mí y salvó la vida de mis hijos”, dijo Mayra sobre su caso, quien relata su historia en espera de que reconsideren otros casos de asilo.
