Los equipos de emergencia arribaron a una escena caótica y espantosa en un vecindario de Honolulu después de que fuegos artificiales de gran tamaño por el Año Nuevo se volcaran tras ser encendidos, desatando una poderosa explosión con abundantes fragmentos de metal que dejó 3 muertos y más de 20 heridos, varios de ellos graves.
Dos mujeres murieron en el lugar y una tercera mujer falleció en un hospital, dijeron las autoridades el miércoles mientras imploraban a la gente que abandonara la tradición de Año Nuevo de encender fuegos artificiales por toda la ciudad. Los funcionarios prometieron penas más severas para los fuegos artificiales ilegales.
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El gobernador de Hawai, Josh Green, describió gráficamente las muertes en una conferencia de prensa el miércoles para enfatizar el peligro potencial de los fuegos artificiales. “Estamos hablando de las peores lesiones posibles, como las de una zona de guerra, que les quitaron la vida”, declaró.
Entre las más de 20 personas trasladadas a hospitales con quemaduras graves y heridas de metralla había niños, dijeron funcionarios, que aún no habían identificado públicamente a ninguna de las víctimas, incluidas las fallecidas.
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La policía estaba investigando si se justificaba aplicarle cargos a la persona que encendió los fuegos artificiales cerca de la medianoche, señaló el jefe de la policía de Honolulu, Arthur Logan.
La explosión ocurrió en una casa de tres pisos con un estacionamiento en el nivel inferior. El miércoles era posible ver frente a la vivienda montones de escombros, incluidos paquetes de morteros de fuegos artificiales ennegrecidos.
El estallido rompió ventanas al otro lado de la calle. Sucedió cuando un paquete encendido de fuegos artificiales aéreos de estilo mortero, llamado “pastel”, se volcó o cayó de una mesa y disparó de lado hacia cajas que contenían más fuegos artificiales, que a su vez explotaron.
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Los cartuchos del “pastel” podían separarse, pero habían sido encendidos en un paquete de 50, parte de lo que los funcionarios dijeron eran fuegos artificiales por valor de miles de dólares que había en la casa.
Los paramédicos llegaron pero tuvieron que hacer triaje —separar y atender primero a las víctimas con las peores lesiones— a varias casas de distancia debido a los autos estacionados y a las multitudes en las calles, dijo el director del Departamento de Servicios de Emergencia de Honolulu, el doctor Jim Ireland.
Algunas personas cerca de allí continuaron encendiendo fuegos artificiales incluso mientras las víctimas de la explosión eran llevadas a hospitales, dijeron funcionarios.
El vecindario está cerca del aeropuerto internacional de Honolulu y una base conjunta de la Fuerza Aérea y la Armada, y a poco más de 3,2 kilómetros (2 millas) al este del monumento conmemorativo al buque Arizona, que honra a los marineros que murieron en el ataque a Pearl Harbor por el que Estados Unidos ingresó a la Segunda Guerra Mundial.
“He estado en emergencias médicas más de 30 años y probablemente esta es una de las peores llamadas en las que he estado, en lo que respecta a la inmensa tragedia, la cantidad de pacientes y la gravedad de las lesiones”, dijo Ireland en una conferencia de prensa previa.
Una cuarta persona murió en una explosión de fuegos artificiales diferente en otro lugar de la isla de Oahu, indicaron los funcionarios. Al menos otras cuatro lesiones graves ocurrieron en accidentes de fuegos artificiales no relacionados durante la noche.
Publicaciones nocturnas en redes sociales mostraron fuegos artificiales siendo lanzados en amplias áreas de Honolulu, pese a que las bengalas, surtidores y fuegos artificiales aéreos son ilegales y se requiere un permiso para detonar petardos, según el Departamento de Bomberos de Honolulu.
“Estamos enojados, frustrados y profundamente entristecidos por esta pérdida de vidas innecesaria y sufrimiento. Es una manera trágica de comenzar el año nuevo”, declaró el alcalde Rick Blangiardi. “Nadie debería tener que soportar tal dolor debido a una actividad imprudente e ilegal".
Green indicó que estaba investigando si es necesario establecer nuevas penalizaciones —incluido un cargo de delito grave por poseer fuegos artificiales de gran tamaño— para restringir los fuegos artificiales en Hawai.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
