LAVEEN VILLAGE- El presidente Joe Biden se disculpó formalmente el viernes con los nativos americanos por el “pecado” de un sistema de internados administrado por el gobierno que durante décadas separó a la fuerza a los niños indígenas de sus padres, calificándolo de “mancha en la historia estadounidense” en su primera visita a un país nativo.
“Es un pecado para nuestra alma”, dijo Biden, con la voz llena de ira y emoción. “Francamente, no hay excusa para que esta disculpa haya tardado 50 años en hacerse”.
Biden habló de los abusos y muertes de niños nativos que resultaron de las políticas del gobierno federal, al tiempo que señaló que la vergonzosa historia seguía siendo desconocida y necesitaba ser contada. El presidente detalló cómo sus políticas han buscado apoyar a los nativos americanos con empleos y nueva infraestructura.
Lo que debes saber
- Al menos 973 niños nativos americanos murieron en el abusivo sistema de internados del gobierno de EE. UU. durante un período de 150 años que terminó en 1969, según una investigación del Departamento del Interior que pidió una disculpa del gobierno de EE. UU.
- Al menos 18.000 niños, algunos de ellos de hasta cuatro años, fueron separados de sus padres y obligados a asistir a escuelas que buscaban asimilarlos.
- “El presidente Biden merece crédito por finalmente poner atención en el tema y otros temas que impactan a la comunidad”, dijo Ramona Charette Klein, de 77 años, una sobreviviente de un internado y miembro inscrito de la Banda Turtle Mountain de Chippewa.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Es la primera vez que un presidente de EEUU se disculpa por las atrocidades sufridas por decenas de miles de niños indígenas que fueron obligados a asistir a estos internados entre 1819 y 1969. En ese periodo, el gobierno dio financiación a iglesias y grupos religiosos para que dirigieran 400 de esos internados en 37 estados del país.
En su viaje a Arizona, Biden estuvo acompañado por la secretaria del Interior, Deb Haaland, la primera nativa americana en formar parte del gobierno de Estados Unidos, cuyos abuelos y uno de sus bisabuelos fueron obligados a asistir a estos internados.
Haaland, quien pertenece a la tribu Pueblo de Laguna, Nuevo México, lanzó una investigación hace tres años sobre los internados y, en julio de este año, publicó un informe que reveló que al menos 973 menores indígenas murieron por enfermedades o malnutrición en el sistema de internados del gobierno estadounidense.
Como resultado de la investigación, se hallaron tumbas, algunas sin identificar, en 65 de los más de 400 internados, y el Departamento del Interior instó formalmente al Ejecutivo a disculparse por el trauma infligido a generaciones de niños indígenas.
La visita se produce en un momento en que Biden busca forjar su legado antes de dejar la Casa Blanca en enero de 2025 y a menos de dos semanas para las elecciones del 5 de noviembre.
Los votantes nativos americanos representan un pequeño porcentaje del electorado, pero sus votos podrían ser determinantes en algunos estados clave como Arizona, donde las encuestas predicen una contienda especialmente apretada entre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump.
El gesto de Biden también podría tener un impacto positivo para Harris en otros estados donde viven nativos americanos, como Carolina del Norte, Nevada y Míchigan, también claves para decidir al próximo inquilino de la Casa Blanca.