NUEVA YORK - La selección del jurado en el juicio contra el narcotraficante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán finalmente se completó el miércoles. Está previsto que el juicio inicie la próxima semana en Brooklyn y vísperas del proceso el famoso narcotraficante pidió permiso a la corte para abrazar a su esposa.
Los abogados defensores pidieron que se le permita a Guzmán dar a su esposa, Emma Coronel Aispuro, "un breve saludo momentáneo para incluir quizás un abrazo".
Su abogado Mariel Colón Miró lo considera un "gesto humanitario" para el presunto narcotraficante acusado de varios asesinatos a sangre fría, a quien no se le permitió tener contacto físico con su esposa durante casi dos años en régimen de aislamiento.
"Es bien sabido que el confinamiento solitario tiene un efecto negativo en la cordura de una persona", argumentó la defensa.
Los fiscales federales no respondieron de inmediato a la solicitud hecha en nombre de alguien a quien apenas retrataron como un acusado necesitado de un abrazo en los documentos de la denuncia penal, pues los documentos de corte lo relacionan con casi tres docenas de asesinatos y el tráfico de cocaína y heroína en Estados Unidos.
"El Sr. Guzmán ha estado confinado en una celda muy pequeña sin ventanas durante 23 horas al día de lunes a viernes y las 24 horas del día durante el fin de semana. A excepción de las visitas legales, el Sr. Guzmán ha estado completamente aislado. Como resultado, la salud mental y emocional del Sr. Guzmán se ha deteriorado", se lee en parte la carta presentada por Miró.
Trascendió que un jurado de siete mujeres y cinco hombres escuchará las declaraciones de apertura el martes en el esperado juicio contra Guzmán en un tribunal federal de Brooklyn.
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“Se sabe que el aislamiento tiene un efecto negativo en la cordura de una persona. Es sumamente preocupante que el deterioro de la salud mental y emocional del Sr. Guzmán pueda llevar a que sea un problema potencial en cuanto se trate a su capacidad para ayudar efectivamente en su defensa", continúa la carta de Miró.
Guzmán se ha declarado inocente de los cargos que lo acusan de liderar el cartel de Sinaloa y una oleada de violencia en territorio mexicano y estadounidense.
La notoriedad del juicio ha impulsado medidas de seguridad que incluyen mantener al jurado en el anonimato. Guzmán también ha estado recluido en régimen de aislamiento y se le ha impedido ver a su esposa bajo el argumento de que podría usarla como mensajera al servicio del cartel.
A principios de esta semana, un abogado defensor solicitó al juez de distrito Brian Cogan que concediera un "gesto humanitario" a Guzmán y que le permita abrazar a su esposa antes de que entre el jurado.
Permitir "un abrazo con la barandilla entre ellos no supondría una amenaza para la seguridad", establece la carta. El magistrado no se pronunció de inmediato sobre la solicitud.
La mayoría de las personas elegidas para el jurado o para servir como seis suplentes dijeron en la proyección inicial que habían oído hablar de Guzman en las noticias y programas de televisión. Entre ellos, habría un hombre y una mujer que afirman hablar español con fluidez y un oficial de carcelario retirado.
El juez no juramentará a los jurados hasta la próxima semana, debido a la preocupación de que algunos todavía podrían tratar de evitar el deber de un juicio que se espera que dure más de un año.
Incluso una de las elegidas habría llorado porque temía excesiva atención no deseada cuando se descubriera que era parte del jurado.
La mujer fue retenida después de que el abogado defensor Jeffrey Lichtman argumentara que despedirla sentaría el precedente de que los jurados podrían faltar a su deber "con algunas lágrimas".