Después del más reciente revés en los tribunales de Pensilvania, los republicanos volvieron a solicitar el jueves a la Corte Suprema federal que bloquee la victoria del presidente electo Joe Biden en el estado, aunque abogados estatales consideran muy improbable que los ministros accedan a la petición debido a las fallas graves en el caso original.
El senador federal republicano Mike Kelly, del noroeste de Pensilvania, y otros demandantes, solicitan a la Corte Suprema que impida que el estado certifique todas las contiendas disputadas en las elecciones del 3 de noviembre, y cancele las certificaciones ya hechas, como la victoria de Biden, mientras se examina la demanda.
Sostienen que es inconstitucional la ampliación de la ley de voto por correo en Pensilvania porque requería de una enmienda constitucional que autorizara sus provisiones.
Sin embargo, en un indicio de que el caso posiblemente sea muy tardío para afectar los comicios, el juez Samuel Alito ordenó a los abogados del estado que respondan para el 9 de diciembre, un día después de lo que se conoce como la fecha definitiva de resolución electoral. Eso significa que el Congreso no puede impugnar a ningún elector nombrado en esta fecha de acuerdo con la ley estatal.
Biden derrotó al presidente Donald Trump por más de 80,000 votos en Pensilvania, un estado que el mandatario había ganado en 2016. La mayoría de las boletas electorales enviadas por correo fueron de demócratas.
La Corte Suprema de Pensilvania había desestimado el caso el sábado. Los abogados de Kelly intentaron pedir el martes una orden judicial a la Corte Suprema federal, después se retractaron y solicitaron a la Corte Suprema estatal que detuviera cualquier certificación hasta la intervención de la Corte Suprema federal. Los magistrados estatales rechazaron la petición el jueves y los abogados de Kelly volvieron a presentar el caso de inmediato ahora ante la Corte Suprema federal.
En las cortes del estado, los magistrados mencionaron el límite de 180 días que marca la ley para impugnar las disposiciones de la misma, así como la sorprendente exigencia de que se anulara toda la elección en forma retroactiva.
Además de impugnar la ley estatal de votación por correo, los abogados de Kelly cuestionan si los magistrados estatales violaron los derechos constitucionales de sus clientes al desechar el caso sobre la base de los plazos e impedirles presentarlo de nuevo con los mismos argumentos.