Una familia de osos, la mamá y sus cinco cachorros, se adueñaron de una piscina en el jardín de una casa de Nueva Jersey, en la localidad de Rockaway.
Se ve que la ola de calor también afectó a los osos, que aprovecharon la piscina para refrescarse.
Para su suerte y para la de los dueños de casa, no había nadie en el jardín.
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La familia Basso filmó el episodio desde el segundo piso de la vivienda, hasta que los osos, ya refrescados, se fueron cruzando una cerca.
Eso sí, a los niños no les hizo mucha gracia que los oseznos usaran sus juguetes. Incluso es posible que tengan que reemplazar la piscina, una de esas que con suerte duran un verano.
Sólo faltaba que apareciera Ricitos de Oro... para quienes recuerden el cuento.
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