GOUDOUBO, Burkina Faso - La actriz y activista Angelina Jolie visitó Burkina Faso, un país debilitado por la guerra, para mostrar solidaridad con las personas que continúan acogiendo a desplazados pese a lidiar con su propia inseguridad, y dijo que el mundo no está haciendo suficiente para ayudar.
Si bien Burkina Faso ha estado luchando durante cinco años contra una insurgencia islámica vinculada a al-Qaida e ISIS que ha matado a miles y desplazado a más de un millón de personas, también alberga a más de 22,000 refugiados, la mayoría malienses.
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“La verdad es que no estamos haciendo la mitad de lo que podríamos y deberíamos hacer para permitir que los refugiados regresen a casa, o para ayudar a países de acogida, como Burkina Faso, a hacer frente durante años a una fracción de la ayuda humanitaria necesaria para brindar apoyo básico y protección”, dijo Jolie.
Como enviada especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Jolie celebró el domingo el Día Mundial de los Refugiados en el campamento de Goudoubo de Burkina Faso en el Sahel, donde terminó una visita de dos días. Habló con los refugiados malienses y los desplazados internos del campamento en las regiones centro-norte y Sahel más afectadas del país.
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Los malienses comenzaron a huir a Burkina Faso en 2012 luego que sus vidas fueran trastornadas por una insurgencia islámica, donde fue necesaria una intervención militar dirigida por Francia para recuperar el poder en varias ciudades importantes. Desde entonces, la lucha se ha extendido a través de la frontera hasta Burkina Faso, creando la crisis de desplazamiento de más rápido crecimiento en el mundo. El mes pasado, Burkina Faso experimentó su ataque más mortífero en años cuando hombres armados mataron al menos a 132 civiles en la aldea de Solhan, en la provincia de Yagha del Sahel, desplazando a miles.
Los crecientes ataques están desafiando la capacidad de la ONU para responder a las personas desplazadas dentro del país, así como a los refugiados que acoge. “Los niveles de financiación para la respuesta son críticamente bajos y con un número creciente de personas obligadas a huir. La brecha se está ampliando”, dijo Abdouraouf Gnon-Konde, representante de ACNUR en Burkina Faso, a la AP.
Los ataques también están agravando los problemas de los refugiados que llegaron al país en busca de seguridad.
“Insistimos en quedarnos (en Burkina Faso, pero) nos quedamos con miedo. Tenemos demasiado miedo”, dijo Fadimata Mohamed Ali Wallet, una refugiada maliense que vive en el campo. “Hoy no hay un país donde no haya problemas. Este problema (del terrorismo) cubre toda África”, agregó.