Jenni Rivera siempre supo que algún día iba a tener una estrella en el paseo de la fama, así lo narraron sus hijos, quienes entre alegría y lágrimas recordaron a una mujer que se impuso con su música y talento en un mundo dominado por hombres.
Durante una emotiva celebración póstuma para honrar el legado de Jenni Rivera, los cinco hijos de la Diva de la Banda recordaron a la cantante, emprendedora y madre soltera, que les enseñó cómo luchar para lograr sus sueños.
“Es un gran honor”, dijo Chiquis Rivera entre lágrimas, “es un gran honor ser hija de una mujer tan maravillosa. Una mujer que logró mucho sí, pero más que nada, ser hija de una mujer que ha dejado su huella en esta tierra y en el corazón de tantas personas”.
Chiquis, quien continuó el camino musical que heredó de su madre, aseguró que “a pesar de que han pasado casi 12 años, ella sigue viva y la veo en mis hermanos y la veo en todos ustedes”.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Todos los elementos de la vida y el legado de Jenni Rivera fueron honrados el jueves en la ceremonia de develación de su estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood.
La cantante y empresaria mexicana fue representada por sus cinco hijos al recibir el honor, quienes dieron discursos de su parte subrayando los diferentes aspectos de quién era Jenni Rivera.
Al comenzar la ceremonia, la audiencia de cientos de fanáticos de Rivera cantaban su música y gritaban “¡Jenni, Jenni!” en anticipación de su estrella.
Los presentadores, los cinco hijos de Rivera, la periodista y amiga cercana de Rivera Ninette Ríos, y la cantante mexicana Gloria Trevi, fueron presentados por el presidente de la Cámara de Comercio de Hollywood, Steve Nissen.
“El espíritu de Jenni sobrevivirá por siempre en su arte y en su trabajo, y continúa a cambiar vidas”, dijo Ríos. “La Cámara del Comercio de Hollywood está honrada de poder continuar su legado en esta ceremonia y con su sitio en el Paseo de la Fama”.
Luego de Ríos, subió Trevi al podio. Mientras ella se acercaba al micrófono, los fanáticos comenzaron a gritar “¡Gloria, Gloria!”, después de lo cual Trevi respondió con “¡Jenni, Jenni!”, alentando a la audiencia a que se enfocaran en el honor que se le daba a Rivera.
Trevi, como cantante mexicana criada en el mismo ambiente musical que Rivera, habló sobre los retos que presenta ser una mujer latina en el mundo de la música, y sobre como Rivera pudo triunfar a pesar de todos sus obstáculos.
“Jenni, adelantada a su época, triunfó en un género dominado por hombres, puso en alto la valentía de las mujeres, se impuso con su legado musical y su historia personal, y por eso ella es inolvidable e irrepetible”, dijo Trevi.
Rios añadió que sus triunfos en la industria se debieron en gran medida a la disposición abierta y amorosa de Rivera.
“Jenni tenía un don único de poder conectar con las personas y entender sus corazones”, dijo Ríos.
Luego habló el hijo menor de Rivera, Johnny López, quien puso de relieve el lado filántropico de su mamá, subrayando que el gran corazón de Jenni Rivera era su “mayor fuerza” como artista.
Entre otros esfuerzos en la ciudad, López destacó las ayudas que Jenny Rivera le dió al Hospital de Niños de Los Ángeles, incluyendo una donación de 35 mil dólares justo antes de su muerte.
López también reconoció la ayuda que Rivera le daba a sus fanáticos cuando la necesitaban, dando como ejemplo una rifa que ella hizo para recaudar fondos para un fanático y una donación de un audífono muy necesitado que le hizo a otro seguidor que tenía problemas auditivos.
“Espero que cuando ustedes pasen a ver esta estrella, no solo piensen en su voz espectacular, en su audacia e ingenio, ni en su risa preciosa, si no que en su gran corazón”, dijo López.
Luego de la develación de la estrella, todos los hijos y nietos de Rivera soltaron mariposas sobre el nombre de la Jenni Rivera ahora inmortalizado en Hollywood. Las mariposas simbolizan a “la mariposa del barrio”, un apodo de Rivera que representa su trayectoria al tratar de alcanzar sus sueños de fama que tan lejanos le parecían.
